SECCIÓN CXI (111). SEGUNDA VENIDA APOCALIPTICA.

SECCIÓN CXI (11I).SEGUNDA VENIDA APOCALÍPTICA

CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CX (110 ).

Continuación de Apc. 4:2-3. Segunda parte.

Son muchas personas que se pregunta ¿quien esta sentado en el trono? Y si hay más de un trono. Juan de momento sólo ve un trono y uno semejante a las piedras preciosas. 

En su mente terrenal no tiene como representar a la divinidad del trono que esta viendo. Así que lo describe con el participio (kathemenos, ) “sentado”. 

Solo afirma que sobre el trono había una presencia. (CBA p. 783. Mensaje Apocalipsis. p.152; Secretos de Apc. p. 52

Juan no era la primera vez que oía la voz de Jesús, pero no sabemos cuánto tiempo paso entre una visión y otra. 

Juan estaba lleno del Espíritu Santo, y Jesús se comunico con Juan para mostrarle lo que ocurriría en un futuro. 

Juan usa el participio (kathemenos) , “sentado”, sin decir qué o quién estaba sentado. Juan sólo afirma que sobre el trono había una presencia. 

Es una referencia al Padre se halla en notable contraste con la de su Hijo. Tenemos que entender cuándo se estudia la palabra de Dios, que al Padre nadie le ha visto. 

Luego no tenemos una discreción de cómo es, el Padre. Pero a Jesús sí, ya que es humano y divino al mismo tiempo y por lo tanto puede ser descrito. (cap. 1:13-16; 6:16; 7:10). 

Otro detalle que debemos tener en cuenta, no se sabe el lugar dónde tuvo la visión, pero podemos confiar en nuestro Dios, de que la visión que tuvo Juan es verdadera. 

Juan ve el trono y lo compara a la persona que ve con tres piedras preciosa: Jaspe, Cornalina, y esmeralda. Si miramos al pectoral del sumo sacerdote, veremos esas tres piedras preciosas (Exo. 28:17-19). 

Es el único lugar donde se menciona las tres gemas. Juan observa que circunda un arco iris al rededor del trono. (27) Dios reserva a Ezequiel el evento mas fascinante, el trono de Dios. La mayor gloria se ha reservado para el final. 

Ezequiel ve un espacio de color azul y profundo. En hebreo dice: “como apariencia de piedra de zafiro, era la figura del trono”. Ezequiel no vio al Ser Divino, sino una representación de la Deidad. 

Al describir al Ser como un hombre, el profeta fue sumamente cauteloso, como lo indica la frase “semejanza que parecía de hombre”. 

“El hombre debería de tener mucho respeto al pronunciar el nombre de Dios” 

Es él Santo de Israel. “A Dios nadie le vio jamás” (Juan 1:18). 

Por lo tanto, los seres humanos y algunas instituciones, no pueden dar una descripción precisa de la verdadera esencia divina. 

Todas las imágenes que hay de Dios, es una ofensa al Creador del

universo. Con cuanta humildad deberíamos dirigirnos a nuestro gran Dios, para adquirir sabiduría como Ezequiel, y humillarnos ante nuestro Dios..

MARANATA.

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