SECCIÓN CXVI (106) SEGUNDA VENIDA APOCALIPTICA.
CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN. CV (105)
Cuarta parte.
Es digno de notar que los eruditos protestantes de nuestro siglo discierne en las primeras cinco iglesias y una descripción de la iglesia apostólica, las dos iglesias; Filadelfia y Laodicea.
El gran despertar religioso que siguió al principio del siglo XIX, y principalmente en los Estados Unidos, no hubieron muchos cambios en ella. Laodicea.
La iglesia que existe durante el transcurso del juicio investigador, inmediatamente antes que se cierre el tiempo de gracia. La “Menoráh” es un símbolo concreto de Dios mismo, la verdadera fuente de la luz.
La lumbrera del medio es llamada por los judíos como la lámpara de Dios: 'ner Elohim', David exclamó: “Tú eres mi lámpara, oh Jehová; Mí Dios alumbraras mis tinieblas” (2º Sam. 22:29).
De esa manera, David identificó a Dios como la 'Menoráh' que alumbra en medio de la oscuridad. El salmista también describió a Dios como”...
El que se cubre de luz como de vestiduras. . .” (Sal. 104:2). En vez de decorarse Dios con los brillantes colores asociados con las deidades paganas del antiguo mundo, Dios siempre se ha vestido de luz blanca y pura.
La majestad de Dios iluminaba el templo como llama de un ardiente candelabro. El 2 de Mayo 1980 la revista (Christianity Today.
La cristiandad hoy) que es el principal vocero de los Evangélicos de los Estados Unidos, publico los resultados de una encuesta para ver el grado de cristianismo en los Estados Unidos.
El resultado fue el siguiente: El 94% de los estadounidense creen en Dios, el 97% afirman que han experimentado la conversión, y el 45% creen que la salvación se obtiene por la fe en Cristo.
La revista llego a la conclusión:”Es evidente que el pulso religioso del nuestro país es fuerte. Estas palabras y estas conclusiones me aterran. ¿Cómo se puede medir la fe de un pueblo?
En su articulo afirma que un tercio de los católicos jamas han leído la Biblia. Afirma que el 24% de los protestantes no asisten al culto (a la iglesia), y el 42% de los evangélicos no eran capaz de mencionar más de cuatro de los Diez mandamientos.
Cristo dice: “Estoy a la puerta y llamo, si alguno. . .abre la puerta, entraré en su casa” (Apc. 3:20). No se puede medir la fe cristiana de una nación, cuando viola los mandamientos de Dios.
Somos cristianos de nombre, no de hecho. “Muchos son llamados, pero pocos los escogidos”. Este es el problema de los Laodicenses.
Una puerta ya esta abierta, y esta en el lugar Santísimo y está abierta, la otra esta en nuestros corazones; y esa es la que hay que abrir. Si nos humillamos
MARANATA.
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