CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN XLIII (43)
Apoc 1:11. Que
decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe
en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias
que están en Asia: a Éfeso, y a Esmirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea.
que están en Asia: a Éfeso, y a Esmirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea.
Las cartas de Cristo
a las siete Iglesias de Asia proporciona la base para una experiencia
y conocimiento de lo que Dios tiene preparado para su pueblo y, por
ende para todos los que quieren saber la verdad ha cerca de su
venida.
Hay promesas que no
deberíamos olvidar, “Manténte
fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida”.
(Apoc. 2:10). Y otra promesa que no deberíamos de olvidar es: “Si
alguno abre la puerta, (de su corazón) entraré en su casa y cenaré
con él y él conmigo”
(Apoc. 3:20).
Jesús nos conoce muy bien, sabe como somos, que los
miembros son hipócritas, adúlteros, envidiosos, queremos estar en
los primeros puestos, y si es necesario hacer caer al que esta en ese
puesto, la envidia y el querer los primeros puestos es el mal de la
iglesia y un largo ezetera.
Jesús sabe todo esto, que somos
imperfectos (Juan 2:24,25). A pesar de todo esto, Jesús se revela a
sí mismo como un buen asistente a las reuniones de la iglesia.
Se identifica en medio de los “siete
candeleros de oro” (Apoc. 1:20) que representa a las “siete
iglesias”; se presenta a sí mismo en Apoc. 2:1 como el que”camina
entre los siete candeleros de oro”. Pero se identifica como el Alfa y Omega. En griego esta escrito como (Ω or ω) «το 'Αλφα καιο Ωμέγα». En castellano seria A y Z Principio y fin Apoc. 1: 8, 21:6; 22:13.
Jesús como Dios eterno, ilustra su divinidad nombrando Α y Ω, primera y última letra del alfabeto griego, mostrando que antes de Él no hay nadie y después de Él no será otro, pues Él es el eterno Dios del Universo, encarnado para nuestra salvación.
La revelación
empieza en el verso 11.
Juan empieza su
relato con la autoridad que le concede Cristo para escribir el
Apocalipsis. No es coincidencia que la visión introductoria de las
siete iglesias nos transportes través del tiempo hasta el medio de
los candelabros.
Roma en
su conquista despojo a Israel de su mayor tesoro. El candelero de oro
que estaba en el templo (70 d.C),
un hecho avalado por
su presencia en el relieve del arco de Tito, que celebraba su
victoria sobre Jerusalén.
El candelabro que
aparentemente había desaparecido entre los tesoros romanos, aun
estaba presente en la siete iglesias, y en medio de él caminaba
Cristo.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com,
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
ttp://
segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
Ver
La película del Deseado de
No hay comentarios:
Publicar un comentario