SEGUNDA VENIDA APOCALIPTICA. SECCIÓN XXXVII (37)

CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN XXXVI

Hay en nuestro mundo cuatro religiones fundamentales para el hombre, pero una sobresale de todas las de más. 

Solo hay una que sobresale de las de más, es aquella que conlleva el Espíritu de profecía; y que está en parte se haya cumplido, y que esa segunda parte se este cumpliendo. 

Cuando Dios levantara a un profeta, el pueblo debía de escucharlo. “Se levantara profeta en medio de ti”. Porque estas naciones (referente a los pueblos de Canaan) que has de heredar, escuchan a agoreros (espiritista o adivino,vidente, falso profeta pronosticador, y hechiceros); pero en cuanto a ti, Jehová tu Dios no te ha permitido eso. 

Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo te levantará Jehová tu Dios; a Él oiréis (Deut. 18:14,15). Aarón era profeta de Dios (Exo. 7:1),Jeremías fue profeta de Dios. (Jerm.1:9). Isaias fue profeta de Dios Isa. 51:16. Cierto es que Dios nos avisa a través de su palabra, Hebr. 3:7. 

“Tal vez digamos en nuestro corazón” ¿Cómo conoceremos que esa persona es enviado/a de Dios, y que realmente lo que dice es cierto y se cumple? La respuesta la Dios mismo: Deut. 18:21-22). “y si dices en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado? 

Cuando un profeta hable en el nombre de Jehová, (Dios) y no acontece tal cosa, ni se cumple, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él. Palabra de Jehová que vino a Oseas, Oseas 1:1; Joel. 1:1; 2º Tim.3:15,16. 

Hay que tener en cuenta que la palabra de Dios era el AT. Juan sufría a causa de la palabra, ya que amaba el Antiguo Testamento. Creía en sus profecías, sobre todo las de Daniel, y Juan no estaba dispuesto a adorar ninguna imagen del emperador Domiciano. 

Ya dijimos anteriormente que Dios en su gran misericordia protegió a Juan en la isla de Patmos, y fue allí donde Dios le revelo los acontecimientos del futuro de la humanidad. Verso 9, El texto griego apoya la opinión de que Juan estaba en la Isla de Patmos con el fin de recibir y registrar todas las visiones que allí le serían dadas.

No solamente se encontraba a causa de la “palabra de Dios”, sino también a causa del “testimonio de Jesús”. Ya que el testimonio de Jesucristo es la palabra o el Evangelio y la profecía.

Este había motivado a estudiar con diligencia el AT. 

Esté era el único propósito que motivaba la vida de Juan. Durante los amargos días de la persecución en tiempos de Domiciano, su intrépido testimonio fue la causa de lo que desterraran a Patmos.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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