domingo, 10 de enero de 2016

APOCALIPSIS LIBRO PRIMERO SECCIÓN XXIX (29)


Continuación de la Sección. XXVIII (28)
El es el testigo fiel En el griego este título está en posición con “Jesucristo” que aparece en el caso genitivo-ablativo. 
La frase para el “testigo fiel” normalmente estaría en el mismo caso. 

Normalmente estas palabras deberían estar en el mismo caso; sin embargo quedan, como el titulo divino del Padred, aquí en caso nominativo, sin cambio ninguno. Vemos la divinidad de Cristo y su igualdad con el Padre. 1º de Juan 1:1 dice. 

Juan empieza con la frase “En el principio” , Y su primera epístola con la expresión “desde el principio” la diferencia es significativa. Juan destaca que el Verbo ya existía en el tiempo del “principio”; Juan se conforma con afirmar que el Verbo ha estado existiendo desde el “principio” “desde la eternidad de los tiempos”. 

Juan enfoca el principio y después de él. Juan 1:1-3. En un tribunal el testigo es clave para el juicio (esto si es sincero, con referente al hombre), Jesús dijo a Pilato, el juicio antes de su crucifixión, El había venido al mundo “para dar testimonio de la verdad” (Juan 18:37). 

Cuando vallamos descubriendo el Apocalipsis nos daremos cuenta que el testigo es fidelino del testimonio que esta dando a la iglesias. (Daniel y Apocalipsis. p. 14; masaje de Apocalipsis t. 2. p.78). [El primogénito de los muertos. Gr. protókos, “primogénito” (ver Mateo. 1:25; Rom. 8:29; cf cap. Juan 1:14). 

Notemos que antes de su resurrección Jesús volvió la vida a la hija de Jairo (Marc.5:21-43; al hijo de la viuda de Naím Luc. 7:11-17; y a Lazaro de Betania Juan. 11). Pero sin resurrección nadie más podía ver resucitado. Sólo “en Cristo” puede alguien volver a la vida. (1º Corintios. 15:22). 

Cristo no fue cronológicamente el primero en resucitar entre los muertos, puede considerarse como el primero en el sentido que todos los que resucitaron antes y después de él, fueron librado de la muerte eterna sólo en virtud el triunfo de Cristo en el sepulcro. Cristo pone su vida para volverla a tomar. 

La tensión de “ya pero todavía no” se mantiene con una aportación singular que también subyace en en Nuevo Testamento. 

En el Apocalipsis, independientemente de los valores escatológicos finales mantiene que atrapa al lector, hasta el punto de que provoca a cada cristiano a interpretar en su propia generación como si fuera la última. 

No se trata de un herró de perspectiva del estudio ni de una intencionalidad por parte de la inspiración como si pretendiera omitir la realidad. 

El tiempo de la esperanza final está cerca (Apoc. 1:3) El retorno de Cristo era en breve (Apoc. 22:20; cf. Heb. 10:17.
Maranata
Luis José de Madariaga.
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La Biblia a través del tiempo

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