SEGUNDA VENIDA APOCALIPTICA. SECCIÓN XXX (30)

Continuación de la Sección. XXIX (29)

Apocalipsis 1:7-8.

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le vera, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él Así sea. Amen. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Cristo nos esta guiando a que pongamos atención a su segunda venida. En dos versos está contenida la esencia de que su venida es real. De que no va a ver

ningún rato secreto, como algunos predicadores tratan la venida de Jesús. 

En la Biblia no se menciona o no hay ningún texto Bíblico que diga textualmente, que el hombre va a ser llevado al cielo, oh paraíso etc. secretamente ¡No! No conozco la mentalidad del hombre, ni su espiritualidad, solo Dios la conoce. 

Pero hay que ser muy ingenuo para no ver lo que Dios nos esta diciendo a través de su palabra. 

Juan es muy claro, no se anda con tapujos (Reserva o disimulo con que se disfraza la verdad). Se repite la promesa de del sermón profético. Todos los discípulos la escucharon, hacía 70 años antes. (Mat. 24: 30).

Juan lo primero que expresa después de las salutaciones es la venida de Cristo. Esta es la menta en la cual se mueve todo lo demás. Comprobamos que Juan usa el verbo presente, “que viene”, con lo cual destaca la certeza de su acontecimiento, y por lo tanto de su pronta eminencia de su venida. 

Cierto es, que nadie sabe la hora ni el día de su venida. Pero les pondré un ejemplo: Cojamos nuestro coche o carro, y nos dirigimos a la autopista, Kilometro 0, y según avanzamos nos indica los kilómetros que hemos recorrido y los que nos falta. Así es la Biblia, nos da los datos y el tiempo en que va acontecer la venida de Cristo. 

La Biblia es una autopista al cielo, y nos indica el recorrido, los kilómetros (profecías con su cumplimientos), y lo que va ocurrir en el camino, por medio de señales.

Parte de esta profecía se a cumplido, a lo menos parcialmente. En esta profecía de (Mateo 24:24), se levantaron falsos maestros y maestras, cada uno en su esfera. 

Tenemos a Jim Jones y la masacre de Jonestown. Adolfo Hitler, profeta de su pueblo que prometio mil años de paz. 

En el siglo XIX tenemos a Napoleón que condujo a su país a la ruina y dejo millones de muertos, por dejar al Dios de los cielos, y trajo Francia dos elementos, el ateísmo o comunismo, y la democracia. 

Carl Marx, fue a su manera un falso cristo, como Lenin y Starlín. Hay muchos textos que avalan la venida de Cristo visible.

Luis José de Madariaga

Maranata

Luis José de Madariaga.

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APOCALIPSIS LIBRO PRIMERO SECCIÓN XXIX (29)

Continuación de la Sección. XXVIII (28)

El es el testigo fiel En el griego este título está en posición con “Jesucristo” que aparece en el caso genitivo-ablativo. 
La frase para el “testigo fiel” normalmente estaría en el mismo caso. 

Normalmente estas palabras deberían estar en el mismo caso; sin embargo quedan, como el titulo divino del Padred, aquí en caso nominativo, sin cambio ninguno. Vemos la divinidad de Cristo y su igualdad con el Padre. 1º de Juan 1:1 dice. 

Juan empieza con la frase “En el principio” , Y su primera epístola con la expresión “desde el principio” la diferencia es significativa. Juan destaca que el Verbo ya existía en el tiempo del “principio”; Juan se conforma con afirmar que el Verbo ha estado existiendo desde el “principio” “desde la eternidad de los tiempos”. 

Juan enfoca el principio y después de él. Juan 1:1-3. En un tribunal el testigo es clave para el juicio (esto si es sincero, con referente al hombre), Jesús dijo a Pilato, el juicio antes de su crucifixión, El había venido al mundo “para dar testimonio de la verdad” (Juan 18:37). 

Cuando vallamos descubriendo el Apocalipsis nos daremos cuenta que el testigo es fidelino del testimonio que esta dando a la iglesias. (Daniel y Apocalipsis. p. 14; masaje de Apocalipsis t. 2. p.78). [El primogénito de los muertos. Gr. protókos, “primogénito” (ver Mateo. 1:25; Rom. 8:29; cf cap. Juan 1:14). 

Notemos que antes de su resurrección Jesús volvió la vida a la hija de Jairo (Marc.5:21-43; al hijo de la viuda de Naím Luc. 7:11-17; y a Lazaro de Betania Juan. 11). Pero sin resurrección nadie más podía ver resucitado. Sólo “en Cristo” puede alguien volver a la vida. (1º Corintios. 15:22). 

Cristo no fue cronológicamente el primero en resucitar entre los muertos, puede considerarse como el primero en el sentido que todos los que resucitaron antes y después de él, fueron librado de la muerte eterna sólo en virtud el triunfo de Cristo en el sepulcro. Cristo pone su vida para volverla a tomar. 

La tensión de “ya pero todavía no” se mantiene con una aportación singular que también subyace en en Nuevo Testamento. 

En el Apocalipsis, independientemente de los valores escatológicos finales mantiene que atrapa al lector, hasta el punto de que provoca a cada cristiano a interpretar en su propia generación como si fuera la última. 

No se trata de un herró de perspectiva del estudio ni de una intencionalidad por parte de la inspiración como si pretendiera omitir la realidad. 

El tiempo de la esperanza final está cerca (Apoc. 1:3) El retorno de Cristo era en breve (Apoc. 22:20; cf. Heb. 10:17.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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