Hemos visto anteriormente que la revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder presto y la declaró, enviándola por sus ángeles a Juan su siervo.
El cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto. También dijimos que su autor era Juan y que en hebreo es Yohanan (YHWH) Algunos traductores agregan “es misericordioso” es un nombre común entre los hebreos.
Flavio Josefo menciona a 17 hombres diferentes con ese nombre. Es también el nombre de varios rabinos de gran importancia dentro del judaísmo.
En la historia eclesiástica se menciona a un obispo de Éfeso, era
Policrato, (130-196). Este obispo o anciano como se le domina en las iglesias protestantes, aunque en griego es lo mismo, menciona y avala la presencia de Yohanan en Éfeso, esto explicaría la preocupación de Juan a esa iglesia.
El emperador romano Domiciano, cruel y
temerario, no tenia miedo ni ha hombre, ni a Dios, este emperador en
el año 81-96 d.C. Se tomo enserio la divinidad y solicito de su
pueblo que lo adorasen como Dios, su mano no tembló a la hora de
ejecutar a aquellos que no cumpliere la orden. Murieron muchos cristianos y a Juan o Yohanan, lo mandaron a la isla de “Patmos”, cierto es que, que los caminos de Dios, son misteriosos y compasivos para el hombre. Según Jerónimo, los romanos deportaron a Juan catorce años después de la persecución de Nerón (año 94 d.C.) y su liberación dos años después (96 d.C.), después de la muerte de Domiciano, sea dicho de paso fue cruenta (H,de Roma t. 1º p. 120).
En la introducción hemos ya tocado parte del
Cap. 24 de Mateo, que se menciona en el Apocalipsis. Juan usa títulos
muy llamativos y pegadizos. “La revelación de Jesucristo” Este titulo niega categóricamente el concepto de que el libro de Apocalipsis sea un libro oculto y misteriosos, como lo querían hacer los monjes de la edad media, por lo tanto no podía ser entendido, por lo menos las clases más bajas, pero si los monjes, frailes, curas, y obispos y cardenales; y por supuesto la cabeza de esa iglesia, el Papa. ¡Que lejos de la realidad! Así lo ha demostrado el tiempo. Lo cierto es que contiene un mensaje que viene de parte deDios y que su propósito es darlo al mundo a través de su siervo Juan, para que los hombre supieran el tiempo de su visitación, antes del juicio.
Esto me recuerda a la historia de Julio Josefo, que sea dicho de paso, el estuvo y presencio la caída de jerusalén, pero como vio que los acontecimientos se desenrollaban mal, cambio de bando y los romanos lo aceptaron.
El decía que todo hombre debería
ver en su vida el templo y sobre todo la parte exterior, el dice: a
la parte exterior del edificio no le faltaba nada que no pudiera
asombrar a los ojos o a la mente.Maranata
Oren
por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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