Lo que Cristo dejo claro en Mt. 24, es que los desastres las guerras, el hambre no son "señales" de un fin cercano, pero si son un aviso para el mundo.
Si, es cierto que cada vez que el tiempo se valla a cercando a su final, veremos más violencia, más guerras, oh rumores de guerras, más terremotos, más hambre y más desgracias naturales como en el siglo XX, XXI en un mundo que va hacia el caos.
Otros de los factores a tener en cuenta es que Cristo señalo los Falsos cristianos y falsos profetas en el tiempo del fin de esa generación. Cierto es, que Cristo dio aviso de que tanto en tiempos de los apóstoles y antes de su venida, habría falsos cristos y falsos profetas (ver. 4, 5, 23, 24), y compárese con Marcos (13:6, 21-23).Demos un vistazo de pájaro a través del tiempo.
Durante los 39 años que transcurrieron entre el sermón profético en el año 31 d.C. hasta la caída de Jerusalén en el año 70 d.C. surgieron falsos profetas.
El historiador y militar Claudio Josefo no dice: En Palestina se lleno de "vagabundos y embaucadores" que explotaban las esperanzas y los temores de la gente, y fomentaban la revolución contra Roma, "con el pretexto de estar dirigidos por el poder divino".
Sigue diciendo Josefo: Uno de esos falsos profetas era un "falso profeta Egipcio", que invito a los Judíos a reunirse con el en un sitio apartado del desierto.
Miles se unieron a ese falso profeta, creyendo que era un profeta enviado por Dios, estos Judíos querían librase de la tutela de Roma, pero los romanos fueron alertados de este movimiento de gente que se dirigía al desierto. Es probable que se dirigiesen a Masada oh tal vez a las cuevas del Qumrán, ya que sus terrenos eran hinaccesibles.
Lo cierto es que lo romanos atento a este movimiento los alcanzaron y muchos perdieron la vida, otros huyeron y otros fueron llevados a las galeras y las minas como esclavos. (Antigüedades y las guerras de los Judíos Ibid, II. XIII. 4. 5).
En tiempos del apóstol Pablo un oficial romano confundió a Pablo con este egipcio. El arresto de Pablo se efetua en Jerusalén]. Y como comenzaron a entrar con Pablo en la fortaleza, dice al tribuno: ¿Me será licito hablarte algo? Y él dijo: ¿Sabes griego? ¿No eres tu aquel egipcio que levantaste una sedición antes de estos días, y sacaste al desierto cuatro mil hombres salteadores? Entonces dijo Pablo: Yo de cierto soy hombre Judío, ciudadano de Tarso, ciudad no obscura de Cilicia. (Hech. 21:37-39).
Aquel egipcio. Esta pregunta tal como está en griego, pide una respuesta positiva: "Si" El hombre que se menciona, de mala fama para las autoridades romanas, era un egipcio de origen judío, un supuesto profeta que, poco después de que Félix llegara a ser procurador, había conducido a 30.000 hombre (si las cifras que da Josefo son reales) al monte de los Olivos para que vieran cómo caían las murallas de Jerusalén a fin de que ellos pudieran entrar triunfalmente en ella. (Josefo Antigüedades xx. 8. 6; Guerras ii. 13. 5).
Pablo se identifica, que el era de Tarso, Judío y romano. La ciudad de donde había nacido era muy conocida. "Ciudad no despreciable". Una Jactancia legitimada tanto desde el punto de vista cultural como comercial.
Dentro de las investigaciones arqueologicas que se han hecho se encontraron monedas propias de Tarso, pergaminos de transacciones comerciales era "metrópolis autónoma".
Este hecho ocurrió después que los judíos quisieran matar a Pablo, Claudio Lisias mando una escolta con a Pablo a Cesárea con setenta guinetes y doscientos lanceros. (Hech. 23:23,24).
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la
Biblia a través del tiempo.
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