jueves, 2 de julio de 2020

SECCIÓN CIX (109). SEGUNDA VENIDA APOCALIPTICA.

SECCIÓN CIX (109) SEGUNDA VENIDA APOCALIPTICA.
CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN. CVIII (108)
Apocalipsis 4:3-11.
Después que Juan hubo contemplado la visión de las siete iglesias, Juan no declara el tiempo que transcurrió entre las visiones. 

La visión de Juan cambia de la Tierra al cielo y se enfoca en “los acontecimientos que sucederán después de estas”. (Apc. 4:1). 

Esta visión esta en el futuro, para Juan por qué la expresión que usa: O “vi” se repite cada vez que introduce una nueva escena o importantes símbolos nuevos. 

Comprobaremos como los cap. 4 y 5 tiene lugar en la sala del trono de Dios. Tanto el cap. 4 y 5 representa el control de Dios sobre los acontecimientos del plan de la salvación del hombre. 

Ante de que Dios revele el futuro de la raza caída, se nos presenta el misterio del Sumo Sacerdote y su control en los asuntos de la tierra. 

La puerta que Juan vio, es el acceso al lugar Santísimo donde se encuentra el trono de Dios. 

Estos capítulos nos brinda una perspectiva sobre el significado de los acontecimientos del futuro en la tierra y sus consecuencias. 

Juan después de contemplar el caótico estado de las iglesias, y en una visión simbólica se le presenta el trono de Dios en el cielo. 

Estas visión de Juan se debe entender en un visión simbólica y no literalmente. 

El lenguaje de Juan es más simbólico, y que no es fácil de interpretar. 

Guiado por el Espíritu de Dios, pudo volar sobre los objetos terrenales y materiales asta alcanzar los niveles más elevados de la mente y el corazón, recibiendo impresiones celestiales que sobrepujan el entendimiento humano (Eze. 1:10). 

Todos los que sirven a Dios con corazón sincero y alma pura sabrán que él exige que se proteja su honor. 

Muchas de las más gloriosas revelaciones registradas en la Biblia fueron dadas por el Señor en las horas más tenebrosas de la historia de la iglesia. 

El Señor ha dado esas revelaciones de su gloria para que los hombres queden profundamente impresionados con la santidad del servicio divino. 

La mente ha recibido impresiones con fuerza solemne para mostrar que Dios es Dios y que no ha perdido su gloria. 

El exige la máxima fidelidad en su servicio. 

En las mentes humanas debe quedar la impresión de que el Señor Dios es Santo y que defenderá su gloria (MS. 81,1906). 

El tema central del conflicto entre Dios y Satanás es sobre quién tiene derecho a gobernar. 

El propósito del concilio celestial que Juan vio reunido en la sala del Trono celestial era ratificar el legítimo gobierno de Dios sobre el Universo. (apc.4:1; yEze.1:26-28; Apc.5:11-14.
MARANATA.
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