SECCIÓN XCIX (99). SEGUNDA VENIDA APOCALÍPTICACONTINUACION DE LA SECCIÓN (XCVIII)
El Santo. Es el titulo es equivalente a “él Santo” aplicado a Dios en el AT (Isa.40:25; Hab. 3:3).
En el NT una denominación similar se aplica repetida veces a Cristo para indicar su deidad (Luc.1:35; Hech. 4:27, 30; cf. Juan 6:69).
Es el Verdadero, “el genuino”, “real” en contraste con los dioses o imágenes que se adoran hoy día. Otro detalle muy importante es: él lleva las llaves de David.
Se aplica a Cristo en las profecías hechas por Isaías acerca de Eliaquim (Isa. 22:20-22; 2º Reyes 18:18). Eliaquim fue nombrado para supervisar “la casa de David”, como lo demuestra que le concedió las llaves de la casa de David”.
Es de suma importancia de que Cristo tenga las “llaves” esto representa la autoridad sobre la iglesia y del propósito divino que debía ser cumplido por ella (Mat. 28:18; Efe. 1:22; cf. Apc.5:5; 22:16; y Mat.1:1).
Cristo tiene la autoridad para cerrar y abrir la palabra (simbólicamente la palabra de Dios y abrirla), tiene la autoridad de abrir el conocimiento de la palabra a los que la busque con sinceridad.
Es él único que puede abrir el conocimiento. Cristo dijo “que separados de mí no podéis hace nada”. La fuerza de una iglesia estaba encerrada en Cristo.
Cristo le dice a la iglesia de Filadelfia “Has guardado mi palabra” y “no has negado mi nombre”.
La iglesia de Filadelfia paso tiempos de persecución ante los ataques del emperador Romano, esto en cuanto a la iglesia después de Cristo fundada por los apóstoles.
Esta iglesia sufrió la persecución de los judíos que estaban unidos con Roma, era la “Sinagoga de Satanás” obrando contra la iglesia.
En la otra cara de la moneda, nos encontramos con la Filadelfia de nuestro tiempo es una iglesia en la cual sufrió la persecución del papado.
Ya que era también la “sinagoga de Satanás” la historia demuestra que la Inquisición hizo estragos con la iglesia de Filadelfia. (de ello hablaremos después).
La puerta abierta es una puerta de oportunidades ilimitadas para la victoria personal contra la lucha del pecado y da testimonio de la verdad. Hay un detalle a los cristianos se nos pasa por alto.
El encomio. Jesús facilitó a los cristianos de Filadelfia pasar por alto sus defectos, esto tanto en el pasado como en la época de la reforma.
No les envía ningún reproche, pero les dijo que tenía “poco poder” o “poca fuerza” con lo que los excusa en lugar de acusarlos.
Antes de ir a la cruz declaró que todos nosotros careceremos de poder. “Separados de mí -Hijo en esa ocasión-- no podéis hacer nada” (Jun.15:5).
“Has guardado mi palabra les dijo con cariño a los cristianos de A Filadelfia -y no has renegado de mi nombre”.
MARANATA.
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